Vivimos en un mundo lleno de soledad, también de malos momentos, pero eso no puede dejar aflorar en nosotros la desesperación, siempre hay cosas buenas en la vida a las que agarrarse, siempre hay momentos en los que alguien está ahí para apoyarnos, para dejarnos un hombro para llorar, o simplemente para estar ahí. Por eso, me gustaría que si tú estás leyéndome, me escribas